Jose Luis y Marta eligieron un lugar privilegiado para celebrar el día de su boda, una preciosa y romántica finca situada en la provincia de Cáceres.
Para conocer mejor el entorno me trasladé hasta allí un día antes del enlace. Siempre me gusta estar con calma en el lugar para ver los mejores momentos de luz y los posibles escenarios y así no dejarlos escapar ese día. En este caso, el reportaje de boda entrañaba una dificultad añadida, sería de noche en su totalidad, lo cual supuso un reto de iluminación que, como podéis ver en las fotos, bien mereció la pena.
Fue una boda en las que se aprecia la implicación de ambas familiar, las cuales trabajaban para que el montaje y cuidado del último detalle para así lograr la boda soñada por la pareja.
Trabajar en un ambiente relajado y familiar, dónde se vive el día con intensidad te permite disfrutar aún más con tu trabajo y poder captar los momentos más naturales y espontáneos, las emociones del día que al fin y al cabo es lo que queremos recordar al ver las fotografías.