Empiezo hoy este post dedicado a la fotografía de boda dando las gracias a Jorge y a Paloma.
Poder haber prestados mis servicios como fotógrafo de boda a esta pareja ha sido todo un placer ya que confiaron en mi trabajo desde el primer momento. Realizamos un reportaje de preboda en la ciudad de Salamanca (siempre les digo a mi parejas que es muy importante, por no decir imprescindible ), en el que pude trabajar cómodamente y que me sirvió para conocer a los novios y poder charlas tranquilamente con ellos. Esto ayudó a que en el día de la boda conociera todos los detalles y así poder preparar y realizar el reportaje de boda de la mejor forma posible.
El conocimiento previo de la pareja ayudó a que ese día pudiese integrarme de forma natural, pasando desapercibido para así poder sacar de la mánera más natural y emocional lo que allí sucedió en el día más importante en la vida de esta pareja.
Como suele ser lo habitual, comencé el reportaje en la casa del novio. Allí esperaba Jorge que reflejaba los nervios habituales en un día como este. Más tranquila se encontraba Paloma, que había elegido un hotel junto al histórico Campo Grande de Valladolid. Allí se vistió con la ayuda de sus padres y una de sus mejores amigas con el vestido que cuidadosamente había elegido meses atrás.
Cuando finalizamos nos dirigimos a la céntrica iglesia de la Veracruz donde todos los invitados esperaban con muchas ganas la llegada de la novia. Paloma bajo sonriente de su coche. En el ambiente se notaba que iba a ser una ceremonia muy emotiva en la que se uniría una familia de Valladolid con otra familia de Madrid. Y puedo aseguraros que no defraudó, en cada detalle, gesto, mirada se notaba la buena sintonia de la pareja y la alegría de los invitados.
Una vez finalizada la ceremonia y tras los primeros abrazos y besos a sus invitados ya como marido y mujer nos escapamos del bullicio para compartir sus primeros momentos a solas tras tantas emociones. Decidimos usar los bonitos lugares que nos ofrece Valladolid para tomar algunas fotografías. Al finalizar, nos dirigimos al Casino de Valladolid para ya de una manera más informal celebrarán con su familia y amigos el día más importante de sus vidas. No faltaron las sorpresas, las bromas y los momentos emotivos recordando la experiencias comunes. También hubo espacio hacer las fotografías de retrato y así tener un recuerdo con los protagonistas.
Y como guinda, EL BAILE!! Para dejarse llevar y reír con la música del dj aprovechando así para sacar las fotos más divertidas, con pelucas y demás complementos que los invitados no dudaron en ponerse para seguir con esta Fiesta!!